viernes, 12 de diciembre de 2008

EN LA PROVINCIA FUNCIONAN CASI DOS MIL TORRES SIN PERMISO

Las antenas de la muerte

En la Provincia funcionan sin permiso casi dos mil antenas de celular, muchas de ellas en la región, generando inquietud por parte de los vecinos que temen por su salud. La provincia comenzó desde hace algunos meses a abocarse de lleno a esa problemática para reglamentarlas. Y desde el propio COMCOSUR también se impulsan medidas para su reglamentación. La situación es muy grave, ya que para otorgar un permiso habilitante debe intervenir cada municipio y la administración provincial. En Quilmes y Lomas de Zamora, vecinos autoconvocados lograron que se clausuren algunas torres. Argumentan serios problemas para la salud y la caída en los precios de las propiedades que se hallan ubicadas en las cercanías de las torres.




Por Gustavo Girodo (De la redacción de Infosur)


La comunicación es un bien imprescindible para la vida y el desarrollo de los seres humanos. Los celulares se han convertido en la forma de comunicación elegida por más de
2.000 millones de personas en el mundo. El sistema de comunicación móvil funciona cuando se envían y reciben señales, conectando los teléfonos celulares desde o hacia las antenas más cercanas. Estas deben estar instaladas en cercanía a los usuarios para una óptima comunicación.
Pero a la vez, la instalación de las mismas generó un importante movimiento de protesta de distintos vecinos en contra de su radicación en los cascos urbanos, por el temor a las enfermedades.
Nuevamente las denuncias fueron originadas por los residentes proximos a las bases de comunicación, argumentando una vez más el carácter nocivo de la propagación de las transmisiones para las comunicaciones móviles.
Otra problemática con la que se encuentran los vecinos, es que las propiedades cercanas a las torres, han perdido valor porque “nadie va a comprar una casa cercana a una muerte segura”, señaló un vecino quilmeño.

CONTAMINACION
Al respecto el propio director provincial de Evaluación de Impacto Ambiental de la provincia de Buenos Aires, ingeniero Federico Jarsún, dijo: “tenemos casi dos mil antenas de telefonía celular, y la gran mayoría no tienen el permiso vigente. Son antenas que muchas veces se instalaron con habilitación provisoria del municipio y a veces ni eso”. “Tuvimos varias reuniones con empresas y la Cámara que las nuclea, incluso hablamos con la CNC en varias oportunidades. Ahí se llegó a acuerdo con empresas para que hagan las presentaciones correspondientes”, informó el funcionario.
Agregó además que “ese trámite es complicado, porque primero se hace una presentación comunal. El municipio de acuerdo a su ordenanza otorga una prefactibilidad”. “Sabemos que muchas antenas tenían permiso precario por el municipio. La comuna da un permiso de prefactibilidad, ahí la empresa sabe si puede o no instalar una antena. Luego la provincia hace mediciones de radiaciones y si todo está en orden se otorga una habilitación por cinco años. Después vuelve todo al municipio, quien da una habilitación definitiva”, sostuvo.
Acerca de las denuncias vecinales, el director del área dijo que “los vecinos comienzan a preocuparse primero por el impacto visual. Si uno vive al lado de una antena el valor de la propiedad baja”.

LAS ENFERMEDADES
En lo referente a las enfermedades que señalan los vecinos de la región el especialista Juan Manuel Velazco, presidente de la Fundación Ecologista Verde, comentó que “lamentablemente en nuestro país hay pocas defensas respecto a este tipo de contaminación. Las empresas tienen una actitud que nosotros cuestionamos porque no informan. La actividad tuvo un crecimiento inmenso en los últimos cinco años. Argentina es uno de los países que utiliza mayor teléfonos celulares per cápita”.
Destacó además que “las antenas llegan a transmitir 35GB de potencia, por lo que pueden hacer un daño a la salud”. “Las medidas de prevención que hacen los municipios están muy lejos de las que recomienda la Organización Mundial de la Salud”, sostuvo.
En una carta publicada en Lanús, firmada por Dr. Osvaldo Héctor Bassano, quien preside A.D.D.U.C. se subraya el hecho de que “evidentemente no pretendemos estar contra la tecnología, sino que se regule y controle y que su utilización no signifique directo perjuicio a la salud de las personas. Las antenas de telefonía celular crea problemas en la salud. Se detectó en derredor de dichas antenas numerosas personas enfermas de cáncer y malformaciones. La ley Nacional Ambiental obliga a aplicar el principio protectorio, en caso de duda se debe en todo caso extremas medidas y erradicar todo lo que produzca el perjuicio”.

LA RESPUESTA
Por su parte en un comunicado de la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina se señaló el hecho de que “a raíz de la preocupación de la que se han hecho eco algunos vecinos respecto de la incidencia que podrían tener las antenas de telefonía celular en la salud, informamos que: La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que todos los estudios científicos establecen que no existe ninguna evidencia que relacione las emisiones radioeléctricas de telefonía móvil con efectos adversos para la salud”. También se indicó que “la telefonía móvil cumple con una rigurosa observación de los límites de exposición a las emisiones radioeléctricas establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Estos límites incorporan amplios márgenes de seguridad y las mediciones de control demuestran que las antenas emiten habitualmente centenares de veces por debajo de los límites establecidos en las normativas internacionales”.

QUILMES EN LA MIRA
Según datos del municipio hay registradas 170 antenas de este tipo instaladas en el partido de Quilmes, de las cuales sólo nueve están en condiciones legales de operar.
El año pasado en Quilmes, los vecinos de la avenida Laprida al 1000 habían realizado masivamente la denuncia y la comuna ordenó el cierre parcial; sin embargo la antena continuó operando durante un tiempo.
La Secretaría de Medio Ambiente de Quilmes cerró en forma preventiva el acceso de la antena de telefonía celular de la avenida Laprida al 1030 . De esta manera la situación se elevó efectivamente a la Justicia de Faltas.
Pero aún hoy los temores persisten. Los moradores temen a la irradiación electromagnética –llamada también ondas no ionizantes- que es sumamente perjudicial para la salud. Lo cierto es que aún no está comprobado científicamente, ya que nadie todavía ha podido dar un veredicto certero en esta cuestión. Pero la gente que vive cercana a estas antenas teme contraer enfermedades cancerígenas. La historia de búsqueda de información, incluyó audiencias en la Defensoría del Pueblo local y de la ciudad de La Plata, además de consultas a ciertas asociaciones protectoras de derechos del consumidor, comenzó hacia el 2.003. Una de las vecinas del lugar Liliana De Crecchio, señalo el hecho de que “mi hijo, de 18 años, estuvo un año en tratamiento neurológico por el constante dolor de cabeza”..
Además la somera evaluación no dista mucho de la alarma: “hay mucha gente con distintos tipos de trastornos en el barrio, mucha gente que murió de cáncer. Y al menos dos chicos padecen leucemia”, indican los asustados vecinos.

PROBLEMAS AUDITIVOS
Catalina Pisante, cuya vivienda se encuentra radicada a pocos metros de la cuestionada antena, también se lamenta: “siento zumbidos en los oídos, sobre todo de noche”, se queja y recuerda que también algunos vecinos se han manifestado “con problemas de audición”.
En otro barrio vecinos de las inmediaciones de las calles Torcuato de Alvear y Ayolas en Quilmes Oeste alertaron por la instalación de una antena en el citado cruce de calles que, por otra parte, fue clausurada en dos oportunidades por la Unidad Polivalente de Inspecciones (UPI) ,que depende de la comuna local.
En Solano el temor a la contaminación ambiental y a la salud de las personas surgió, ante la instalación de otra torre de telefonía celular que provocó el malestar de vecinos de las inmediaciones de la calle 396 esquina 324 de Quilmes Oeste, donde se encuentra instalada desde hace unos seis años.

EN LOMAS TAMBIEN
En Lomas la ordenanza municipal N° 9.783 labrada en el año 2000 indica que las antenas no pueden estar a menos de 500 metros a la redonda de las zonas urbana, y que debe haber un expediente y personal idóneo tiene que dirigirse al lugar para certificar que la salud de los vecinos está garantizada. Además, revela que no puede haber ese tipo instalaciones a menos de diez metros de la línea de fondo y la línea municipal. Según los vecinos “nada de eso se cumple”.Luego de varios meses de quejas y reclamos, los frentistas de la calle Tucumán al 400 lograron que la municipalidad de Lomas de Zamora clausurara la antena de telefonía celular montada en esa cuadra. El acta de clausura, fechada el 17 de noviembre del 2006 y establecia que la construcción, que se presume perteneciente a dos importantes compañías de telefonía celular, no consta de un expediente, ni de habilitación municipal. Los vecinos de la zona basaron su presentación en las actas de defunción de varias personas que fallecieron en el último tiempo en el barrio, y que los vecinos atribuyen los motivos del deceso a la antena, y también en el reclamo hicieron constar la desvalorización de los inmuebles. Según declaraciones de los involucrados, “las propiedades han perdido valor porque nadie va a comprar una casa cercana a una muerte segura”. Comentan en la zona que desde que está el aparato tecnológico allí, "ocho personas murieron de cáncer".
"Se está formulando la presentación a la Intendencia para trasladar la antena ya que se desconoce si la radiación emitida puede provocar cáncer”, manifestó Alfredo Grano Cortinez, secretario de la O.N.G de Empresarios y Profesionales Abiertos a la comunidad (E.P.A.C), que asesora a los vecinos. Cortinez, agregó que “existen precedentes jurisprudenciales como un fallo del Tribunal de Faltas N° 2 de Lomas de Zamora que ordenó la erradicación de una antena de estas mismas características en la intersección de las calles Sixto Fernández e Hipólito Yrigoyen”, agregó.
Otro caso similar se produjo en marzo del pasado año en Villa Fiorito, donde la antena ubicada en Murature al 1100, fue instalada, según los vecinos “sin autorización y consentimiento de la gente como debería hacerse” , manifestó Canosa, un comerciante del lugar. Según Rubén Cabanillas, presidente de la Comisión Pro Autonomía Municipal del Cuartel Noveno, “desde hace casi tres meses, la antena de telefonía celular se instaló en un local y está preocupando a los vecinos y comerciantes de la zona", que están a la expectativa de que "el municipio de respuestas", pese a las denuncias.El motivo de la preocupación es el mismo, el “temor por la exposición a enfermedades”

EN LLAVALLOL
En el cúmo de denuncias, vecinos de Llavallol exigen el desmantelamiento de una antena instalada hace un año.Los residentes de la calle Seguí entre Bahía blanca y Camino de Cintura, reclamaron a las autoridades locales que no permitan que una empresa de telefonía celular ponga en funcionamiento una antena, que instalaron hace ya un mes en el lugar. Los damnificados juntaron cerca de 500 firmas y abrieron un expediente en el municipio local y otro en el Concejo Deliberante lomense. “La torre ni siquiera tiene número de expediente ni tampoco cartel y en los países del primer mundo ya no las colocan en zonas urbanizadas, porque ante la duda es preferible no hacerlo, pero en la región eso no se evalúa”, concluyeron los vecinos del lugar.


LOS EFECTOS TAN TEMIDOS
Efectos sobre el sistema nervioso, la audición, comportamentales (retraso en el aprendizaje y memorización), sobre el corazón, la sangre, la endocrinología y riesgo cancerígeno (aumento de incidencia de leucemias). Y otras patologías comocefaleas, insomnio, alteraciones del comportamiento, depresión, ansiedad, leucemia infantil, cáncer, enfermedad de Alzheimer, alergias, abortos y malformaciones congénitas, es lo que altera a los lugareños que han investigado sobre la instalación de las cuestionadas antenas sobre la base de los diferentes estudios realizados en el mundo.
Estos son algunos de los efectos negativos que se han podido comprobar, dentro de una lista mucho más extensa. Mientras tanto, como se da cuenta en la nota principal, las quejas vecinales arrecian.: “Tenemos un vecino que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para colocarle un marcapasos. Pero debido a los campos electromagnéticos, tiene que mudarse. El aparato no puede funcionar como correspondería”, señalan.