miércoles, 31 de agosto de 2011

LA LEYENDA DE ROKY ERICKSON


EL ARTE Y LA LOCURA

 La leyenda de Roky Erickson: Un viaje de ida al mundo de la psicodelia

En el campo del arte, en alterativas obras ocurrió que la locura se enlazó a la obra artística de trascendentales artistas y literatos. En muchos casos notables, los artistas fueron catalogados como “visionarios”, circunscritos a nuestra cultura contemporánea. Y así como en una profecía, “el elegido”, es quien debe pagar un precio muy alto. Ese precio, es el de sacrificar su vida personal por su legado artístico a la eternidad.
Los ejemplos sobran en el campo de la literatura, basta con mencionar a Friediech Nieztche, Arthur Rimbaud y Antonin Artaud, entre otros. En la música, también sobran los casos paradigmáticos como el de Brian Wilson (Beach Boys), o Peter Green (Fleectwood Mac), de un lado y del otro del océano. Pero hay un arquetipo hallado, tanto en Inglaterra y como en EE.UU.. El mismo se propagó a través de las generaciones de músicos y se transformó en un mito.
Estamos hablando del “Loco diamante” Syd Barret y de Roky “Peyote” Erickson, ambos colocaron la piedra fundacional de la psicodelia en el rock y (des)establecieron sus parámetros para las siguientes generaciones.         
Por su parte Erickson, fue líder de la mítica banda texana The 13th Floor Elevators, con la que instituyó la base para el rock garaje de fines de los `60 y de la psicodelia de la generación de Woodstock. En tanto Syd Barret, fue el fundador y líder del primer Pink Floyd, quien marcó a fuego el folk y la psicodelia británica. SAún hoy su legado disfrazado de huellas sónicas, se vislumbra en sonidos experimentales de actuales grupos como la Beta Band, White Stripes, the Coral, y la generación grunge con Nirvana y Sonic Youth, a la cabeza.

EL ORIGEN DEL MAL
Los puntos en común que unen a Roky Erickson con Syd Barret, son muchos. Por ejemplo ambos poseen status de héroe de culto, pertenecen a ese raro panteón de “elegidos y sacrificados por el rock”. Y es que en los dos casos, la tragedia de su vida personal afectó a su arte y dejo un enorme legado sónico. Pertenecen a la generación dorada del rock de los `60. Hoy continúan sonando, en cuanta banda de rock se exprese desde la psicodelia. Finalmente otro aspecto fundamental a resaltar es su quimérica locura y el mítico abuso de drogas alucinógenas, al que se sometieron y su posterior consecuencia.
En el caso de Barret, tras caer en una serie de episodios relacionados con acido lisérgico (LSD), comienza a desaparecer de su entorno frecuente. Las ausencias son cada vez más largas, al igual que sus viajes. Esto finalmente lo llevó a la locura y al ostracismo absoluto. Se encierra en su casa de Canterbury, de la cual ya no saldría más. El resto es historia conocida.
En tanto Roky tras viajar al éxito con The 13th Floor Elevator, y se queda en ese piso por un largo tiempo. Es que la extrema ley texana comienza a acosarlo por su fama de experimentar con drogas alucinógenas.
A fines de 1969, Erickson es detenido por posesión de marihuana, va a juicio, alega locura y termina en una institución psiquiátrica para criminales insanos. En ese tenebroso lugar permaneció internado por varios y largos inviernos. Pero estas mentes brillantes, ya habían encendido la llama de la inmortalidad.


LUZ Y OSCURIDAD
Tras más de tres años y medio recorriendo pasillos humedos del pabellon de internación, se libera al fin del hospital en 1973. Erickson fue dado de alta de la institución correccional psiquiátrica que lo albergaba (diagnosticado con esquizofrenia). Al salir todo cambio.
Su aspecto era perturbador: un hombre corpulento con mirada ida, sobre una barba extensa y un pelo extremadamente largo, tenía el semblante del león temeroso del Mago de Hoz. Su mente había vuelto fugazmente desde ese largo viaje del que no volvió jamás. Lo único intacto era su talento.
Para ese entonces él retornó al ruedo, para tocar con una nueva banda The Aliens, Así fue como grabó piezas inencontrables y memorables. Su voz del más allá, cantaba trovas de ondo dolor, donde exorcizó sus propios demonios. En el álbum que llevo el título de “I Think Of Demons”, quedó plasmado parte de su legado.
Sus composiciones incluyeron temas como "Red Temple Prayer (Two-Headed Dog)," "Don't Shake Me Lucifer," y "I Walked With a Zombie", entre otras piezas destacables. Es que en su mente transcurría un film de horror. Entonces ocurrió un pequeño suceso, su culto multiplicó por miles a sus devotos seguidores en todas partes del mundo.
Como sea, su popularidad estaba por estallar cuando su manager se aventajo de su frágil insanidad. Tomó una serie de medidas contractuales abusivas a su favor en detrimento del diamante texano.
Esto resultó a la larga en una estafa al músico, al quedarse con los derechos -no autorizados- de realizaciones donde Erickson no ganaba ni un céntimo. En 1982, en la ruina recayó y declaro que un marciano tomó residencia de su cuerpo. Gradualmente se desvanecía de la música y de la escena como un fantasma en pena.

RE APARICION
Corrían los 90, es grunge conquista al mundo y lo último que se sabe de este genial artista texano, es que apenas sobrevive con 200 Dólares al mes que proviene del seguro social. Después los diarios se hacen eco de un nuevo arresto del artista, esta vez por el cargo de robar el buzón de correo. La demanda cayó pero volvió a ser internado. Sin embargo en esa época parte notable de la comunidad artística entre los que se encontraban R.E.M., ZZ Top, y Jesus and Mary Chain, entre otros le rinden tributo y grabaron sus canciones en el albúm “Where the Pyramid Meets the Eye: A Tribute to Roky Erickson. Su situación mejora y ya en 1993, Erickson se presenta públicamente por primera vez en años en los “Austin Music Awards”.
Un puñado de meses más tarde retorna las sesiones de estudio de grabación, junto al gitarrista Charlie Sexton y Paul Leary (Butthole Surfers), para grabar nuevas canciones. En 1995, la banda de Leary realizó con Roky “All That May Do My Rhyme”, en el estudio con Trance Syndicate Label. Cuatro años más tarde una nueva entrega “Never Say Goodbye, una colección privada de composiciones no editadas. El manager de la banda King Coffey, contó de forma anecdótica que Erickson le dijo que era la primera persona que le había entregado un cheque por su música.

DIAMANTE TEXANO
En el 2001, Sumner Erickson, un exitoso músico clásico y uno de los hermanos de Roky, obtiene la custodia legal del brillante artista desequilibrado, a la vez que se deteriora su salud. Entonces bajo la atenta mirada de su hermano, Roky comienza a tratarse para mejorar su frágil salud, incluyendo un tratamiento para sus problemas psicológicos.
Sumner lo cuida fraternalmente y cuida de sus finanzas. Lo encamina legalmente para que cobre los derechos de autor por sus deslumbrantes composiciones. Así es como la música paga al fin a nuestro pobre héroe. Ya en nuestros días un relativamente lucido Roky Ericson, comienza a mostrarse ocasionalmente en público en su Austin natal, y en marzo del 2005, participa como protagonista de un debate sobre la importancia de los 13th Floor Elevators en South by Southwest Music Conference. Roky también hace una breve irrupción en el mundo de la música con la reunión de the Explosives, y un documental sobre él mismo llamado “You´re gonna miss me”, premiado en festivales de EE.UU. Esa realización coincide con la salida de la recopilación doble sobre su carrera en la música I Have Always Been Here Before: The Roky Erickson Anthology.





13th Floor Elevator: Nacido como Roger Kynard Erickson un 15 de Julio de 1947 en Dallas, Texas. Comenzó desde muy temprano a interesarse por la música ya a la edad de cinco tocaba el piano y a los doce tenía su primer guitarra, a la que adopto como el instrumento musical que lo acompañaría a lo largo de su vida. Hijo de un arquitecto cantante de ópera, Erickson en la secundaria se convierte en músico profesional. En 1965, escribe su más famosa composición “You´re gonna miss me”, tema que lo registra en un estudio de grabación de su natal Austin con un grupo llamado The Spades.  
La canción explota en los charts llegando a los primeros puestos, esto llamo la atención de otra banda del área, the 13th Floor Elevators. El por entonces compositor de la banda (Tommy Hall) invita a Erickson a unirse al grupo.
Los elevadores prontamente hacen una mitológica versión de ya clásico "You're Gonna Miss Me", y el single entra en el puesto 56 del pop chart norteamericano en el ´66. El simple se transforma en suceso y la banda firma contrato con International Artists. Pero mientras su fama madura y los elevador al piso 13 ganan en notoriedad, una nube negra se avecina.  La ruda policía texana comienza a seguir de cerca a los integrantes del combo psicodélico por su fama de experimentar con drogas alucinógenas. Y llegó el momento de la detención de Rocy Erickson, por simple posesión de marihuana en 1969. Él se declara insano y termina en la prisión estatal, las autoridades luego deciden trasladarlo a un Hospital estatal para criminales insanos. Allí le diagnostican a Erickson esquizofrenia, y es sometido a extenuantes sesiones de electroshock como parte de su terapia de rehabilitación y toma a diario Thorazina. En la institución mental permanece a lo largo de tres largos años y medio internado.