viernes, 12 de diciembre de 2008

EN LA PROVINCIA FUNCIONAN CASI DOS MIL TORRES SIN PERMISO

Las antenas de la muerte

En la Provincia funcionan sin permiso casi dos mil antenas de celular, muchas de ellas en la región, generando inquietud por parte de los vecinos que temen por su salud. La provincia comenzó desde hace algunos meses a abocarse de lleno a esa problemática para reglamentarlas. Y desde el propio COMCOSUR también se impulsan medidas para su reglamentación. La situación es muy grave, ya que para otorgar un permiso habilitante debe intervenir cada municipio y la administración provincial. En Quilmes y Lomas de Zamora, vecinos autoconvocados lograron que se clausuren algunas torres. Argumentan serios problemas para la salud y la caída en los precios de las propiedades que se hallan ubicadas en las cercanías de las torres.




Por Gustavo Girodo (De la redacción de Infosur)


La comunicación es un bien imprescindible para la vida y el desarrollo de los seres humanos. Los celulares se han convertido en la forma de comunicación elegida por más de
2.000 millones de personas en el mundo. El sistema de comunicación móvil funciona cuando se envían y reciben señales, conectando los teléfonos celulares desde o hacia las antenas más cercanas. Estas deben estar instaladas en cercanía a los usuarios para una óptima comunicación.
Pero a la vez, la instalación de las mismas generó un importante movimiento de protesta de distintos vecinos en contra de su radicación en los cascos urbanos, por el temor a las enfermedades.
Nuevamente las denuncias fueron originadas por los residentes proximos a las bases de comunicación, argumentando una vez más el carácter nocivo de la propagación de las transmisiones para las comunicaciones móviles.
Otra problemática con la que se encuentran los vecinos, es que las propiedades cercanas a las torres, han perdido valor porque “nadie va a comprar una casa cercana a una muerte segura”, señaló un vecino quilmeño.

CONTAMINACION
Al respecto el propio director provincial de Evaluación de Impacto Ambiental de la provincia de Buenos Aires, ingeniero Federico Jarsún, dijo: “tenemos casi dos mil antenas de telefonía celular, y la gran mayoría no tienen el permiso vigente. Son antenas que muchas veces se instalaron con habilitación provisoria del municipio y a veces ni eso”. “Tuvimos varias reuniones con empresas y la Cámara que las nuclea, incluso hablamos con la CNC en varias oportunidades. Ahí se llegó a acuerdo con empresas para que hagan las presentaciones correspondientes”, informó el funcionario.
Agregó además que “ese trámite es complicado, porque primero se hace una presentación comunal. El municipio de acuerdo a su ordenanza otorga una prefactibilidad”. “Sabemos que muchas antenas tenían permiso precario por el municipio. La comuna da un permiso de prefactibilidad, ahí la empresa sabe si puede o no instalar una antena. Luego la provincia hace mediciones de radiaciones y si todo está en orden se otorga una habilitación por cinco años. Después vuelve todo al municipio, quien da una habilitación definitiva”, sostuvo.
Acerca de las denuncias vecinales, el director del área dijo que “los vecinos comienzan a preocuparse primero por el impacto visual. Si uno vive al lado de una antena el valor de la propiedad baja”.

LAS ENFERMEDADES
En lo referente a las enfermedades que señalan los vecinos de la región el especialista Juan Manuel Velazco, presidente de la Fundación Ecologista Verde, comentó que “lamentablemente en nuestro país hay pocas defensas respecto a este tipo de contaminación. Las empresas tienen una actitud que nosotros cuestionamos porque no informan. La actividad tuvo un crecimiento inmenso en los últimos cinco años. Argentina es uno de los países que utiliza mayor teléfonos celulares per cápita”.
Destacó además que “las antenas llegan a transmitir 35GB de potencia, por lo que pueden hacer un daño a la salud”. “Las medidas de prevención que hacen los municipios están muy lejos de las que recomienda la Organización Mundial de la Salud”, sostuvo.
En una carta publicada en Lanús, firmada por Dr. Osvaldo Héctor Bassano, quien preside A.D.D.U.C. se subraya el hecho de que “evidentemente no pretendemos estar contra la tecnología, sino que se regule y controle y que su utilización no signifique directo perjuicio a la salud de las personas. Las antenas de telefonía celular crea problemas en la salud. Se detectó en derredor de dichas antenas numerosas personas enfermas de cáncer y malformaciones. La ley Nacional Ambiental obliga a aplicar el principio protectorio, en caso de duda se debe en todo caso extremas medidas y erradicar todo lo que produzca el perjuicio”.

LA RESPUESTA
Por su parte en un comunicado de la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina se señaló el hecho de que “a raíz de la preocupación de la que se han hecho eco algunos vecinos respecto de la incidencia que podrían tener las antenas de telefonía celular en la salud, informamos que: La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que todos los estudios científicos establecen que no existe ninguna evidencia que relacione las emisiones radioeléctricas de telefonía móvil con efectos adversos para la salud”. También se indicó que “la telefonía móvil cumple con una rigurosa observación de los límites de exposición a las emisiones radioeléctricas establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Estos límites incorporan amplios márgenes de seguridad y las mediciones de control demuestran que las antenas emiten habitualmente centenares de veces por debajo de los límites establecidos en las normativas internacionales”.

QUILMES EN LA MIRA
Según datos del municipio hay registradas 170 antenas de este tipo instaladas en el partido de Quilmes, de las cuales sólo nueve están en condiciones legales de operar.
El año pasado en Quilmes, los vecinos de la avenida Laprida al 1000 habían realizado masivamente la denuncia y la comuna ordenó el cierre parcial; sin embargo la antena continuó operando durante un tiempo.
La Secretaría de Medio Ambiente de Quilmes cerró en forma preventiva el acceso de la antena de telefonía celular de la avenida Laprida al 1030 . De esta manera la situación se elevó efectivamente a la Justicia de Faltas.
Pero aún hoy los temores persisten. Los moradores temen a la irradiación electromagnética –llamada también ondas no ionizantes- que es sumamente perjudicial para la salud. Lo cierto es que aún no está comprobado científicamente, ya que nadie todavía ha podido dar un veredicto certero en esta cuestión. Pero la gente que vive cercana a estas antenas teme contraer enfermedades cancerígenas. La historia de búsqueda de información, incluyó audiencias en la Defensoría del Pueblo local y de la ciudad de La Plata, además de consultas a ciertas asociaciones protectoras de derechos del consumidor, comenzó hacia el 2.003. Una de las vecinas del lugar Liliana De Crecchio, señalo el hecho de que “mi hijo, de 18 años, estuvo un año en tratamiento neurológico por el constante dolor de cabeza”..
Además la somera evaluación no dista mucho de la alarma: “hay mucha gente con distintos tipos de trastornos en el barrio, mucha gente que murió de cáncer. Y al menos dos chicos padecen leucemia”, indican los asustados vecinos.

PROBLEMAS AUDITIVOS
Catalina Pisante, cuya vivienda se encuentra radicada a pocos metros de la cuestionada antena, también se lamenta: “siento zumbidos en los oídos, sobre todo de noche”, se queja y recuerda que también algunos vecinos se han manifestado “con problemas de audición”.
En otro barrio vecinos de las inmediaciones de las calles Torcuato de Alvear y Ayolas en Quilmes Oeste alertaron por la instalación de una antena en el citado cruce de calles que, por otra parte, fue clausurada en dos oportunidades por la Unidad Polivalente de Inspecciones (UPI) ,que depende de la comuna local.
En Solano el temor a la contaminación ambiental y a la salud de las personas surgió, ante la instalación de otra torre de telefonía celular que provocó el malestar de vecinos de las inmediaciones de la calle 396 esquina 324 de Quilmes Oeste, donde se encuentra instalada desde hace unos seis años.

EN LOMAS TAMBIEN
En Lomas la ordenanza municipal N° 9.783 labrada en el año 2000 indica que las antenas no pueden estar a menos de 500 metros a la redonda de las zonas urbana, y que debe haber un expediente y personal idóneo tiene que dirigirse al lugar para certificar que la salud de los vecinos está garantizada. Además, revela que no puede haber ese tipo instalaciones a menos de diez metros de la línea de fondo y la línea municipal. Según los vecinos “nada de eso se cumple”.Luego de varios meses de quejas y reclamos, los frentistas de la calle Tucumán al 400 lograron que la municipalidad de Lomas de Zamora clausurara la antena de telefonía celular montada en esa cuadra. El acta de clausura, fechada el 17 de noviembre del 2006 y establecia que la construcción, que se presume perteneciente a dos importantes compañías de telefonía celular, no consta de un expediente, ni de habilitación municipal. Los vecinos de la zona basaron su presentación en las actas de defunción de varias personas que fallecieron en el último tiempo en el barrio, y que los vecinos atribuyen los motivos del deceso a la antena, y también en el reclamo hicieron constar la desvalorización de los inmuebles. Según declaraciones de los involucrados, “las propiedades han perdido valor porque nadie va a comprar una casa cercana a una muerte segura”. Comentan en la zona que desde que está el aparato tecnológico allí, "ocho personas murieron de cáncer".
"Se está formulando la presentación a la Intendencia para trasladar la antena ya que se desconoce si la radiación emitida puede provocar cáncer”, manifestó Alfredo Grano Cortinez, secretario de la O.N.G de Empresarios y Profesionales Abiertos a la comunidad (E.P.A.C), que asesora a los vecinos. Cortinez, agregó que “existen precedentes jurisprudenciales como un fallo del Tribunal de Faltas N° 2 de Lomas de Zamora que ordenó la erradicación de una antena de estas mismas características en la intersección de las calles Sixto Fernández e Hipólito Yrigoyen”, agregó.
Otro caso similar se produjo en marzo del pasado año en Villa Fiorito, donde la antena ubicada en Murature al 1100, fue instalada, según los vecinos “sin autorización y consentimiento de la gente como debería hacerse” , manifestó Canosa, un comerciante del lugar. Según Rubén Cabanillas, presidente de la Comisión Pro Autonomía Municipal del Cuartel Noveno, “desde hace casi tres meses, la antena de telefonía celular se instaló en un local y está preocupando a los vecinos y comerciantes de la zona", que están a la expectativa de que "el municipio de respuestas", pese a las denuncias.El motivo de la preocupación es el mismo, el “temor por la exposición a enfermedades”

EN LLAVALLOL
En el cúmo de denuncias, vecinos de Llavallol exigen el desmantelamiento de una antena instalada hace un año.Los residentes de la calle Seguí entre Bahía blanca y Camino de Cintura, reclamaron a las autoridades locales que no permitan que una empresa de telefonía celular ponga en funcionamiento una antena, que instalaron hace ya un mes en el lugar. Los damnificados juntaron cerca de 500 firmas y abrieron un expediente en el municipio local y otro en el Concejo Deliberante lomense. “La torre ni siquiera tiene número de expediente ni tampoco cartel y en los países del primer mundo ya no las colocan en zonas urbanizadas, porque ante la duda es preferible no hacerlo, pero en la región eso no se evalúa”, concluyeron los vecinos del lugar.


LOS EFECTOS TAN TEMIDOS
Efectos sobre el sistema nervioso, la audición, comportamentales (retraso en el aprendizaje y memorización), sobre el corazón, la sangre, la endocrinología y riesgo cancerígeno (aumento de incidencia de leucemias). Y otras patologías comocefaleas, insomnio, alteraciones del comportamiento, depresión, ansiedad, leucemia infantil, cáncer, enfermedad de Alzheimer, alergias, abortos y malformaciones congénitas, es lo que altera a los lugareños que han investigado sobre la instalación de las cuestionadas antenas sobre la base de los diferentes estudios realizados en el mundo.
Estos son algunos de los efectos negativos que se han podido comprobar, dentro de una lista mucho más extensa. Mientras tanto, como se da cuenta en la nota principal, las quejas vecinales arrecian.: “Tenemos un vecino que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para colocarle un marcapasos. Pero debido a los campos electromagnéticos, tiene que mudarse. El aparato no puede funcionar como correspondería”, señalan.
TORRENTES DE VENENO CORREN POR ARROYOS DE AVELLANEDA

EL “CACHO” GATE

Avellaneda es una zona de alto riesgo para la salud, una verdadera bomba de tiempo. La contaminación de los arroyos Sarandí y Santo Domingo, producen distintos tipos de enfermedades entre los vecinos de Villa Domínico y Sarandí. Estudios recientes a los que tuvo acceso InfoSur, señalan que en la cuenca del arroyo Sarandí, se recibe 5,2 toneladas por día de materia orgánica, más cromo y cadmio, un metal pesado que arrojan las curtiembres para elaborar los cueros. Algo similar sucede en el arroyo Santo Domingo. Como consecuencia de este verdadero marco de veneno, los vecinos sufren serios problemas respiratorios, alergias y en muchos casos de fibrosis pulmonares derivados de la existencia de plomo en sangre. Mientras tanto, desde la comuna comandada por el intendente Baldomero “Cacho” Alvarez de Olivera, parecen mirar hacia otro lado, pese a que las denuncias arrecian. Por Gustavo Girodo (De la redacción de InfoSur)


La contaminación cada vez golpea más fuerte en Avellaneda. Los márgenes del Riachuelo circundan al distrito, donde las idas y vueltas sobre el saneamiento no tomó una dirección firme aún y las vertientes de lo que podría definirse como un verdadero veneno para los pobladores, no tienen freno. Industrias y el polo petroquímico a pesar de ser sancionadas complican el panorama, ya que siguen volcando impunemente residuos a la castigada cuenca. A ello se agregan los problemas de salud que padecen los vecinos de Sarandí y Villa Dominico, que conviven a diario con la contaminación de los arroyos Sarandí y Santo Domingo.
Los moradores de las inmediaciones de los arroyos aseveraron que el olor es pestilente y emana de las rejillas de desagües de sus propias viviendas, como vapores insoportables y peligrosos para la salud. Es más, según los testimonios recogidos por InfoSur, los vecinos aseguran que este problema viene provocando un serio deterioro en la salud de los habitantes del lugar. Entre las enfermedades se mencionó a serios problemas respiratorios, alergias, resfríos crónicos y muchos casos de fibrosis pulmonares derivados de la existencia de plomo en sangre.

TETRICO PANORAMA
Según pudo averiguar Infosur, el resultado de los estudios realizados en la cuenca de los arroyos arrojaron resultados alarmantes. Ya que en el arroyo Sarandí se recibe a diario 5,2 toneladas de materia orgánica, 7,8 Kg de Cromo y 2,1 kg de Cadmio. En tanto en el arroyo Santo Domingo recibe diariamente 8,65 toneladas de materia orgánica, 13 kg. de Cromo y 3,5 tn de Cadmio, los desechos de las curtiembres.
En tanto la zona delimitada entre ambos arroyos, la Autopista La Plata-Buenos Aires y el Río de La Plata, aún no han sido redefinidos en su condición de reserva verde, ya que en ese lugar esta previsto el polémico proyecto costero entre Quilmes y Avellaneda, que lleva adelante Techint.
Por su parte, vecinos y ambientalistas exigen la preservación de la reserva natural y el saneamiento de los arroyos altamente contaminados, pero desde la comuna no ofrecen una solución al respecto. La demora en la regulación dominial además de los problemas de salud, afecta seriamente a la producción artesanal de frutas y verduras de la zona, que también se contaminan.

VIA LEGISLATIVA
El problema es de tal gravedad, que en la Cámara de Diputados bonaerense días atrás fue aprobado por unanimidad, un pedido de informes, en el que se solicita datos sobre controles realizados en el agua, aire y suelo de las cuencas hídricas de los arroyos Sarandí y Santo Domingo.
La solicitud de Informes, esta relacionada con la contaminación existente en la cuenca de los arroyos Sarandí y Santo Domingo, presentada por el diputado bonaerense, Sergio Nahabetian, quien sostuvo al respecto que “la contaminación de los arroyos es evidente para quienes transitamos a diario por esa zona”, esbozó.
Asimismo, el diputado explicó que “ante semejante evidencia, queremos saber si se hacen los controles sobre las empresas que vuelcan fluidos en los cursos de agua y mediciones de los niveles de contaminación” y enfatizó que “los arroyos atraviesan los partidos de Avellaneda, Quilmes, Florencio Varela y Almirante Brown por lo cual son cientos de miles las personas que a diario sufren los problemas resultantes de exponerse a la contaminación”.

CALIDAD DE VIDA
El legislador de Recrear enfatizó que “le pedimos al gobierno provincial que nos indique qué se ha hecho para remediar el daño ambiental existente porque no puede comprometerse la salud de la población amparándose en el ejercicio de una actividad industrial”.Nahabetian finalizó diciendo que “todos tenemos derecho a una calidad de vida mínima y el Estado tiene la función primordial de asegurarla para todos”.
La historia de padecimientos para estos miles de pobladores no es nueva. Hace uno tres años, ambientalistas, vecinos que ya habían denunciado el drama, al sostener que la cuestión es de "riesgo de vida" para gran parte de la población. Y no es para menos, ya que un gran número de industrias liberan en la zona mencionada residuos tóxicos. Además, señalaron la falta de control de la contaminación en los arroyos. En tanto la municipalidad en esa ocasión admitió el problema, pero aclaró que ocurre en una jurisdicción compartida con la provincia y la Nación. Pero lo concreto es que Avellaneda sigue siendo una zona de alto riesgo para la salud.”El intendente Cacho Alvarez, tiene la obligación de ponerse al hombro este problema en nombre de los miles de vecinos. Es muy fácil patear la pelota para otro lado. Tiene que ir a golpear despachos, donde sea y sacarnos de esta pesadilla”, confió uno de los pobladores a InfoSur.

AMBIENTALISTAS

El principal reclamo de los ambientalistas se refiere a la erradicación de las industrias que integran el Polo Petroquímico. Pero también habían alertado seriamente sobre la contaminación de los arroyos Santo Domingo y Sarandí. En esa oportunidad Juan Longhi, titular de la Asociación Civil Ambiente Sur, que integra el Foro Ribereño del Río de La Plata, dijo que esos factores, sumados a la falta de control sobre las emanaciones de algunas industrias, hacen que la población "viva con constante temor y que padezcan enfermedades derivadas de la contaminación".

UN MARCO DE IMPUNIDAD
Entre las enfermedades que padecen los vecinos que viven a la vera de los arroyos se mencionó a serios problemas respiratorios, alergias, resfríos crónicos y muchos casos de fibrosis pulmonares derivados de la existencia de plomo en sangre. Hace 5 años la Nación, la provincia de Buenos Aires y el municipio de Avellaneda firmaron un acta de compromiso para erradicar las industrias contaminantes que integran el Polo Petroquímico y la reconversión de otras en un plazo de 10 años. "A dos años de este acto ninguna empresa fue erradicada ni reconvertida y los efectos de los gases que emiten, como coque, benceno, plomo y cromo, entre otros, siguen sobre la población", remarcó Longhi. En tanto vecinos señalaron que conocen casos de personas que colocan bolsas de plástico en las rejillas, debido a las emanaciones que salen de las cloacas, ante el temor de que contengan algún tipo de gas tóxico.


LAS AGUAS BAJAN TURBIAS
La cuenca natural del arroyo Sarandí se extiende hasta las proximidades de la localidad de Longchamps, donde nace el curso, con el nombre de Arroyo de las Perdices. El mismo está entubado desde sus nacientes en el 80 % de su recorrido.
El Arroyo de las Perdices cuenta con un sistema de conductos rectangulares con 60 m³/seg de capacidad que permite transvasar hacia la cuenca del arroyo Santo Domingo las crecidas de baja recurrencia. En caso de grandes crecidas, la condición topográfica determina que el escurrimiento de los excedentes, que no pueden ser conducidos por estos conductos de desagüe, se orienten siguiendo el curso natural de las aguas hacia el canal Sarandí o el viaducto. Luego de recibir como afluente al Arroyo Galíndez, hoy totalmente entubado, a la altura de Lanús, se convierte en el Arroyo Sarandí.
Desde su cruce con las vías del Ferrocarril General Roca, en la localidad de Sarandí, hasta su desembocadura en el río de la Plata, el arroyo se encuentra rectificado (Canal Sarandí).
Esta cuenca comprende una superficie de 80 Km², y se extiende sobre los partidos de Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora y Almirante Brown. La longitud de su cauce principal es de aproximadamente 20 kilómetros. Su pendiente media, es algo mayor que un kilómetro .Esta es la descarnada geografía, de lo que podría denominarse cuando las aguas bajan turbias.
UN SELLO MAFIOSO CONTRA LA POBREZA

Los desterrados de Brown

Más de 500 personas que viven en la indigencia total en Villa París, denuncian
que el jefe comunal de Brown quiere echarlos, utilizando matones que efectúan tiros al aire. Por Gustavo Girodo (De la redacción de InfoSur)

Más de 500 personas están asentadas en Villa París, Longchamps. Viven en la miseria total. Son los pobres olvidados de Brown. Los mismos a los que durante la campaña, el actual jefe comunal, les prometió condiciones dignas de vida. Pero la realidad cambió. Hoy los vecinos denuncian hostigamiento e intimidaciones permanentes por parte de policías. Además señalan que “desconocidos o matones, merodean el barrio fotografiándolos y a modo de advertencia disparan sus armas al aire”. Los vecinos están atemorizados. Quieren regularizar su situación dominial. A pesar del apoyo vecinal de los antiguos residentes del lugar, en el municipio se niegan a atenderlos. Hoy son los pobres olvidados del intendente Giustozzi, como ellos mismos se autocalificaron ante la presencia de InfoSur.

LA POBREZA QUE DUELE
Entre las estaciones ferroviarias de Longchamps y Glew, se encuentra Villa París. Por un lado lo bordea la calle Pringles y Mendoza, por el otro la calle Garay y la vía. En ese lugar la pobreza golpea fuerte, y los delitos están a la orden del día. En un descampado que ocupa unas seis manzanas donde había hasta hace poco funcionaba un enorme basural, y donde a menudo ocurrían violaciones. Las únicas dueñas del lugar eran las ratas trasmisoras de leptopirosis.
Así lo fue durante años, hasta que un grupo de vecinos limpiaron el predio, para luego asentarse hace tres meses atrás. Allí familias enteras, se instalaron para poder hacerle frente a una desesperante situación, en la miseria total.
Llegaron a ese lugar cansados de esperar soluciones a la falta de tierras para vivir. Golpearon puertas pero nadie los quiso atender en la comuna.
Desde hace más de 90 días estas 500 personas entre hombres, mujeres y niños, desembarcaron allí. El predio en cuestión hasta ese momento “era de nadie”, como sostuvo Juan (30) uno de los pobladores del lugar. Ahora allí en las precarias casas prefabricadas viven unas 120 familias, que luchan por una vivienda digna.

LOS QUIEREN ECHAR
Los ahora habitantes de Villa París sostienen que los dueños hace 23 años que no pagaban los impuestos, según los datos que averiguaron en el municipio, pero ahora los quieren echar.
Ante las intimidaciones de las que fueron victimas en más de una oportunidad, los llevó a organizarse en asambleas, con dos delegados por manzana y de esa forma empezaron a recorrer las instancias gubernamentales y legales.Cecilia (28) es una de las delegadas del barrio que vive con sus hijos y su pareja, contó a Infosur que “en la municipalidad nos negaron cualquier ayuda en cuestiones concretas como el agua y la luz. Tras insistir durante tres meses, el intendente Darío Giustozzi sigue sin atendernos. Nosotros queremos regularizar nuestra situación lo antes posible. Pero no nos atienden”.
Recientemente el 11 de setiembre el juez Tomas Bravo, del juzgado de garantías Nº1 de Lomas de Zamora, y el fiscal Espejo de la UFI 19, dictaron la orden de desalojo para las 120 familias que habitan en el barrio Villa París (Longchamps, partido de Alte. Brown).

“NOS VIENEN A APRETAR”
La orden de desalojo para las 120 familias incluye también a 20 de ellas que habían comprado de buena fe sus lotes a la supuesta titular, la señora Dolores Beatriz Rodríguez de Guerrero a quien nunca conocieron. Desde ese momento los residentes de Villa París viven con miedo, por los acosos e intimidaciones permanentes.Hace 15 días atrás, unos 15 vehículos sin patente, ni identificación alguna empezaron a recorrer el barrio, filmando y tomando fotos. Amenazando a un grupo de vecinas con realizar el desalojo en esa misma noche.
Sergio (33), señaló que “vinieron a sacar fotos y a desalojarnos, pero ni sabemos quienes son. Nosotros del terreno tenemos todo para tramitar los papeles, pero tenemos miedo. El campito no era de nadie, lo limpiamos porque había un basural. Ahora nos quieren sacar de las tierras. Queremos quedarnos aquí y hacer los papeles como corresponde, pero desde la municipalidad no nos quieren atender”.

“LOS VAMOS A DESALOJAR”
Los vecinos indicaron a InfoSur que el miércoles 17 del mes pasado, personal policial de la comisaría 4ta de Glew se acercó hasta el barrio y les señalaron a unas vecinas que “a pesar de lo que diga el juez, vamos a desalojar las 6 manzanas”. El mismo día, en horas de la noche a eso de las 23, otro vehículo sin identificación se acercó a un vecino y haciéndole ademanes en su cintura como si portara armas le dijo que se retiraran del lugar porque sino 'los sacamos a la fuerza'. También los residentes señalaron que pasan autos costeando las vías y hacen disparos al aire, Tomasina (26), quien es madre de dos pequeños y vive con el corazón en la boca, sostiene que “un día una bala perdida le va a caer a algún niño”.



SIN LUZ, NI AGUA
Los pobladores de Villa París siguieron golpeando puertas y llegaron a la Cámara de Diputados bonaerense en la ciudad de La Plata. Allí los escucharon y les informaron acerca de la ley de expropiación del predio, el cual comenzaron a gestionar y a partir del 18 de setiembre entró a 'Estado Parlamentario' el expediente D 2323/0809. En lo que respecta al aspecto legal, los vecinos se presentaron con sus respectivos abogados para declarar en la causa, y aún a la fecha no fueron llamados a declarar.Además solicitaron en varias oportunidades al municipio de Brown, la conexión a los servicios de agua y al suministro de energía, pero aún no obtuvieron otra respuesta más que el silencio e indiferencia de los funcionarios.
Por otra parte, los residentes de la zona afincados allí desde hace largo tiempo mostraron su solidaridad y apoyo para los recién llegados, incluso también están dispuestos a ir a declarar como testigos. A pesar de todo esto, el juez dictaminó igual el desalojo.
Como es ilegal ejecutar el desalojo sin notificación previa por escrito, sumado a la situación de posible estafa por parte de la dueña, lograron que el juez, de palabra, les otorgue 15 días de prórroga, aunque en la notificación de la orden solo dice “hasta nuevo aviso”.


ERA TIERRA DE NADIE
Roxana (40), quien mora desde hace más de cuatro años en Villa Paris junto a su marido y sus cuatro hijas contó a Infosur que “acá pasaron muchas cosas antes que lleguen estos vecinos. Hubo violaciones en este descampado, era un basural con ratas grandes como gatos, los yuyos te tapaban y los malvivientes elegían el lugar para ocultarse. Incluso a mi hija de 13 años, cuando iba a estudiar la quisieron violar. Salí justo cuando el tipo se la estaba llevando al descampado para abusarla. En el mismo momento venia otro vecino, y el degenerado se escapo en una moto. Pero ahora que llegaron ellos nos cuidamos entre todos”.
Luego prosiguió “acá los vecinos del barrio estamos de acuerdo con que se instalen porque es gente muy buena, trabajadores que quieren un lugar para vivir. Hacen lo que pueden por vivir acá. Desde que ellos están, algunos dejaron de merodear, no se podía estar vivíamos con el corazón en la boca”.

VIVIR CON MIEDO
Tomasina de 26 años quien vive con sus dos pequeños hijos de 2 y 4 años afirmó que “la otra vez vino con la policía, vinieron a notificarnos. Las delegadas del barrio fueron a la municipalidad, hace 15 días atrás pero nunca nos dieron bolilla. El intendente tampoco nos quiso atender las veces que fuimos.”
Sergio (33), es changarín y cartonero vive con su familia en el predio afirmó acerca de los hostigamientos que “vienen a sacar fotos y a desalojarnos, pero a veces ni sabemos quienes son. Tenemos miedo. Los terrenos no eran de nadie, nosotros limpiamos acá porque había un basural. Ahora nos quieren sacar de los terrenos. Nosotros queremos quedarnos aquí hacer los papeles como corresponde, pero desde la municipalidad no nos quieren atender”.
Juan de 31 años quien habita el una casilla prefabricada de 4x 4 junto a su mujer y se pequeño hijo de un año y medio, indicó que “acá vienen a sacar fotos, pero no se para que. La otra vez un auto sin patente, ni nada, sacaba fotos del barrio, cuando le fuimos a preguntar nos mostró el arma y salió disparando. En el auto iban como tres tipos grandotes con el pelo cortito, pensamos que son de la policía pero no se identificaron y se fueron”



La nota fue publicada el 30 de septiembre. Fue un trabajo en conjunto con un destacado colega y amigo que trabaja en Quilmes.


SUCEDE EN LAS PROPIAS BARBAS DEL INTENDENTE DE QUILMES

La Matera: La novia del olvido

Más de 10 mil habitantes de La Matera golpeados por la miseria y en el olvido.

Por Víctor Bravo y Gustavo Girodo (De la redacción de InfoSur)

Muy cerca del centro de la Ciudad de Quilmes, se concentra uno de los barrios más humildes y olvidados del conurbano: La Matera. Allí familias enteras, empujadas por la crisis económica más reciente, se instalaron para poder hacerle frente a una desesperante situación al borde de la indigencia. El barrio se extiende detrás del cordón fabril de Camino General Belgrano, en Solano; lindero al Arroyo Las Piedras, cuenta con 89 manzanas y más de 10.000 habitantes.
Norma está juntada, tiene 24 años, 4 hijos y como la mayoría de los que allí viven, lo hace de una manera totalmente empobrecida, con necesidades insatisfechas casi impensadas para el siglo XXI. La postal es decadente, los chicos conviven con un sinfín de problemas sanitarios, hay casos de desnutrición y el panorama es desolador por donde se lo mire. En una recorrida por La Matera, Infosur pudo comprobar como viven sus habitantes y como impacta la situación geo-ambiental en estas personas que soportan día a día, las constantes quemas de los basurales, aguas servidas en las casas, la inminente inseguridad y el flagelo de la droga. La vida dentro de uno de los barrios más carenciados y olvidados del distrito de Quilmes. Son los olvidados o los pobres de una de las comunas más ricas del conurbano. Así se sienten estas miles de personas, totalmente fuera del sistema en este cuadro desgarrante que detectó InfoSur, a pocos kilómetros del obelisco.

CAMINO A LA MISERIA
No es fácil el acceso al lugar. Los caminos son de tierra y muy desmejorados. Las casas bajas, hechas de materiales muy precarios como madera, cartón, chapa y cemento. Norma vive hace cinco años en La Matera, en dialogo con InfoSur explicó: “mi esposo es albañil y sólo tiene changas, por mes a lo sumo cobra 300 pesos y eso no nos alcanzan”. La vida dentro del barrio es dura, “los fines de semana juntamos botellas, por cada bolsón nos pagan 30 pesos”, señaló con angustia la mujer. En la entrevista Norma, tiene en sus brazos a Brenda, la más pequeña de sus cuatro hijos. “Tengo cuatro chicos, dos de trece, una de cinco, y bebé de un año. Los chicos recién ahora están un poco mejor, antes los tuve desnutridos y con muy bajo peso pero gracias al comedor de la abuela, pudimos salir adelante”, remarcó. La abuela es Angélica, una mujer que con un comedor social, alimenta a más de 300 chicos de La Matera.

COMUNA INDIFERENTE
El testimonio de esta mujer es desgarrante, aseguró que fue al CIC de La Paz muchas veces, llevó sus reclamos a la municipalidad de Quilmes y que nunca le dieron ninguna solución. “Me dijeron que tenía que tener los chicos muy desnutridos y con sarnilla para que me puedan dar ayuda”, indicó y agregó: “los políticos prometen con proyectos y una vez que ganan se olvidan de nosotros, los vecinos que necesitamos”. Los pisos de su casa también son de tierra y como ella, muchas de las personas que viven en el barrio, no tienen agua corriente. Las mangueras que conducen de la red potable pasan colgadas por el Arroyo Las Piedras, los afirman que esas mangueras se pinchan y que el agua a veces tiene un gusto feo y se pone más oscura. “Tenemos agua corriente en algunos sectores, pero la mayoría toma agua de pozo”, detalló Norma. Muchos tampoco tienen pozos ciegos y las descargas de los baños van a la calle o al mismo Arroyo.

AISLADOS DEL MUNDO
Una plaza, aquí también hace de epicentro ciudadano. En ella se ve la sala de atención sanitaria, allí de día un médico atiende a los vecinos de la zona. Enfrente la Escuela Primaria Básica 87 y el Jardín de Infantes 962, un edificio con dos pabellones enormes, fulgurantes. Al mismo concurren cerca de 600 chicos del lugar, donde además de ir a clases, diariamente reciben desayuno, almuerzo y merienda. La escuela se inauguró a principios de este año, es la única contención social de muchos niños en edad escolar. La gente que vive en La Matera padece muchas necesidades y están aislados de un mundo que en realidad los ignora.
En el barrio todas las casas son bajas, algunas son de madera prefabricadas y muchas están desechas. Se pueden ver viviendas sobre pisos de tierra, sin ningún contra piso, con cartones amarrados a los techos y un cúmulo de chapas y tergopol para tapar los agujeros de las paredes. “En invierno calentamos los ambientes de la casas con el fuego de las brasas” contó Raúl un vecino de la calle 890. Muchos ante la falta de gas, hacen fuego en los patios o veredas y después cargan las brasas calientes de esa hoguera en un balde metálico y lo ingresan a las viviendas. “Sabemos del peligro, pero no tenemos otra forma de combatir el frío”, sentenció Raúl. Los vecinos implementan estas prácticas a pesar de arriesgar sus vidas, ya que la combustión que se genera en los ambientes cerrados, no sólo irritan las vías respiratorias sino que pueden originar eventuales incendios, como ya ha ocurrido. En el verano, la situación no es menos riesgosa.

OLORES QUE MATAN
Las aguas de la zona están altamente contaminadas por los cauces de los arroyos Las Piedras y aledaños, eso lleva a que muchos niños y abuelos de La Matera contraigan virus estomacales e intoxicaciones de todo tipo. “No tenemos tanta plata para poder comprar agua mineral, así que la hervimos con fuego a leña para poder beberla, pero hay gente que compra agua en botellas, yo no me puedo dar ese lujo.”, señaló Norma.
El olor en el ingreso al barrio es nauseabundo, las quemas de basura se riegan por toda la zona. Los vecinos reconocen a una esquina del barrio como el centro de los desechos, la llaman “los volquetes”. Ahí mismo descansan dos enormes recipientes metálicos, donde los habitantes más cercanos a éstos arrojan sus desechos. “Nosotros nos ocupamos de quemar la basura”, señaló Raúl. Los propios vecinos son encargados de prenderle fuego al interior de los volquetes rebalsados de basura y rodeado de un verdadero pantano. Parece una escena habitual para todos los vecinos; ahí mismo, el agua de las cunetas también completan las condiciones de abandono en que se encuadra la esquina. Un agua pestilente y de irreconocible color se junta con papeles, sachets de leches vacíos; botellas plásticas; bolsas; pañales descartables y un sin fin de desechos que le agregan al suceso, una contundente realidad de abandono y dejadez, casi increíble. Los vecinos explicaron a Infosur que “la contaminación está en cada rincón del barrio”, resignados por la desidia de un nuevo puñado de funcionarios.

VIVIR EN COLECTIVO
Quizás muchos de los habitantes de La Matera, se han acostumbrado a la fuerza a una vida de privaciones. “Viviendo acá, nos gustaría nacer de nuevo”, confesó Norma. La mujer explicó que “la gente quiere trabajar, pero quiere hacerlo con dignidad, sin limosnas”. Ellos sienten que la realidad misma los margina. En La Matera, no hay personas de clase media, muchos no tienen un lugar digno donde vivir. En este barrio quilmeño la mayoría de la gente que no tiene nada más que su precaria casa y sólo viven con 150 pesos, de algún plan social. Los más pobres no pueden pagar ni un boleto de colectivo para salir a buscar trabajo. En 2007 cuatro niños de 10, 9, 6 y 3 años -dos de ellos con desnutrición- vivían con su madre en un colectivo abandonado dentro de la villa. Esa familia había sido desalojada de su vivienda, y fue cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenó que las administraciones de Felipe Solá y Sergio Villordo brindaran alimentación y atención médica a los chicos y a su madre, Karina Rodríguez, quien en esos momentos declaró: “en el barrio hay muchas más Karinas y muchos más chicos con hambre”. También las enfermedades se multiplican en toda la zona del asentamiento por los desordenes sanitarios.

MORIDOS POR RATAS
En 2001 varios casos de leptospirosis, una enfermedad que es transmitida al humano por medio de ratas y perros infectados, surgió un brote múltiple que en una semana mató a tres personas y afectó a otras 83. “A mi hijita de 18 meses la mordió un rata que salió del Arroyo” alcanzó a decirle a este cronista Eduardo de 28 años, mientras cruzaba con una bicicleta por una de las calles del barrio. Con problemas de salud también se ve envuelto el barrio La Paz, que se erige muy cerca de allí. Hoy la situación parece no haber cambiado sustancialmente. Norma afirmó que a su hija más chiquita la tuvo internada varias veces. “En este barrio se vendía droga, y los médicos me dijeron que mi bebé tenía moco de nicotina adentro de sus pulmones”, señaló y explicó que “me preguntaron si alguien fumaba en casa y les dije que no, pero que en las calles siempre había gente que fumaba marihuana y paco”. Ellos me explicaron que por los agujeros de la casa me entraba el olor a lo que consumían en las calles y era eso lo que mi hijita estaba aspirando. Cuando se drogaban, lo hacían entre muchos pibes y además vivíamos con mucho miedo, yo nunca los denuncié porque tengo los chicos y tengo miedo por ellos”.


EL DRAMA DE NORMA, QUE TUVO A SUS CINCO HIJOS DESNUTRIDOS
Sólo recibo un plan de 150 pesos, por suerte la señora del comedor me ayuda. Ahí como de lunes a viernes y me traigo una vianda para la noche.
Mi esposo es albañil y tiene changas, donde por mes a lo sumo cobra 300 pesos y esos nos alcanzan muy poquito. Tengo cuatro chicos. Dos de trece una de cinco, y una nena de un año. Los chicos recién ahora están un poco mejor, antes los tuve desnutridos y con muy bajo peso pero gracias al comedor pude salir adelante. Yo también estaba bajo peso. Los fines de semana juntamos botellas, con los chicos más grandes y cuando mi esposo no tiene trabajo, nos ayudamos. El sale a juntar también mientras los chicos comen en el comedor así. No somos los únicos que estamos así en este barrio. Hay mucha gente, yo creo que la mayoría está mal acá. Estamos olvidados por todos los gobernantes. Nunca nos han ayudado, recuerdo alguna vez cuando se inundó con el desborde del arroyo, nos dieron unos colchones pero ya están destruidos. Me acerqué al CIC de La Paz y me dijeron que tenía que tener los chicos muy desnutridos y con sarnilla para que me puedan dar ayuda para terminar la casa o que me den alguna chapa o material para poder hacer los pisos. A mi me preocupa no tener las comodidades por mis hijos, uno grande se arregla pero los chicos sufren mucho. El invierno lo hemos pasado con mucho frío. Con barro adentro de la casa, con frío, cuando llueve no salimos nunca, es casi imposible. No llegó a entrar agua a la casa pero si que al tener los pisos de tierra se hace todo mucho más difícil.

“LA COMUNA NUNCA ME AYUDO”
Una vez alguien habló de entubar los arroyos, pero jamás pasó nada. Los chicos van a la escuela, a la mañana a la N° 87. La municipalidad no me ha ayudado en nada desde que estoy acá instalada y he ido muchísimas veces a pedir una mano para mis hijos. Si alguna vez me dieron algo fueron fideos viejos, y entonces para qué ir? Hace cinco años que vine a vivir a La Matera. Los políticos prometen con proyectos y una vez que ganan se olvidan de nosotros los vecinos que necesitamos. Muchos de los que vivimos acá, no tenemos agua corriente todavía. Luz tenemos porque nos hemos conectado de una manera clandestina. Las mangueras de agua potable pasan colgadas por el arroyo y esas mangueras se pinchan y el agua a veces es tiene un gusto feo y se pone más oscura. Muchos tampoco tiene pozos ciegos y las descargas de los baños van a la calle o al arroyo. El agua la hervimos, pero el gas no nos alcanza para tanto. Hay gente que compra agua mineral pero yo no me puedo dar ese lujo. Juntamos botellas de cualquier tipo, blancas de gaseosas. Por bolsón te dan treinta pesos y eso no te alcanza ni para hacer un guiso. El miércoles, cobre el plan y hoy viernes ya no tengo plata, me alcanza para dos días. Compro cuarenta pañales y la leche. La ropa me la regalan, nos vamos pasando y así nos mantenemos. En el invierno por el tema de la ropa estuvimos prácticamente adentro, casi no salimos de la casa.
Su humilde casa tiene dos piezas, una separada de la otra, una es la pieza donde duermen y la otra a es de la cocina y el baño. Para poder ir de un ambiente al otro hay que salir al patio. Las dos tienen el piso de tierra. La cocina y el baño no tienen luz, los cables de la instalación se le quemaron con una cocina eléctrica que tenía, hasta que el comedor de la señora Angélica le donó una nueva.

“TAMBIEN VENDEN DROGAS”
La pieza donde duermen es de ladrillos, los mismos se los dieron a cambio de trabajo a su esposo y de a poco él mismo la fue levantando. Un mes guarde 100 pesos del plan y compre el cemento y la arena para edificar. Si se me enferma algún chico, los remedios me los da la salita del barrio pero no te los dan todos, así que con lo que gano de las botellas lo dispongo para esos casos.
A la más chiquita la tuve internada, en este barrio se vendía droga, y los médicos me dijeron que mi bebé tenía moco de nicotina adentro de sus pulmones. Me preguntaron si alguien fumaba en casa y les dije que no, pero que en las calles siempre había gente que fumaba marihuana y paco. Ellos me explicaron que por los agujeros de la casa me entraba el olor a lo que consumían en las calles y era eso lo que mi hijita estaba aspirando. Cuando se drogaban, lo hacían entre muchos pibes y además vivíamos con mucho miedo, yo nunca los denuncié porque tengo los chicos y siento miedo por ellos.


EL CORAZÓN DE LA ABUELA ANGÉLICA
La Matera parece una postal de un barrio olvidado. Está a la buena de Dios. Pero lo cierto es que esto de debe a la indiferencia de los funcionarios. En las calles de tierra se pueden observar coches arrumbados donde juegan los niños y basura acumulada por todas partes. En medio del desolador panorama, existe un remanso construido por una mujer que día a día brinda ayuda a los indigentes.
Angélica es como un faro. Los chicos corren a sus brazos para buscar refugio. La mujer mayor , ayuda a Norma (24), que va al comedor con sus pequeños cuatro hijos, como así a las jóvenes madres que ante cualquier necesidad recurren a ella. También recibe allí a los hombres con sus problemas a cuestas. Pero ella siempre esta, todos la conocen como la abuela Angélica.
Infosur se acerco a conocer a esta mujer de corazón enorme, quien nos contó como de la nada llegó impulsar la construcción de un jardín de infantes modelo, “Mis Primeros Pasos” que alberga a 80 niños. Lo mismo sucede con la unidad sanitaria, “Anexo de la Asociación Mis Primeros Pasos al Futuro: Vivir por Vos” y el comedor popular.
La mujer cuenta como fue la iniciativa solidaria, que comenzó hace ya 15 años en el barrio de La Matera, “empezamos con el comedor en mi casa con 20 chicos y aquí hoy vienen unos 300 todos los días. Cuando arrancamos junte a las mujeres y hacíamos pan casero y después lo vendíamos. Así sosteníamos el comedor”.
De tanto golpear puertas, un día se abrió una de ellas, fue así como Angélica comenzó a conseguir beneficios para los habitantes del barrio. Al respecto la fraterna mujer detalló que “un día desde el municipio (de Quilmes) nos atendieron y empezaron a enviar arroz, fideos y otros alimentos” para el comedor que se halla debajo de su casa.
Pero también especificó lo que le costo conseguir ayuda, “te dan mil vueltas. A veces la gente se muere y no recibe la ayuda”. Hasta que lotería de la Provincia comenzó a brindarle apoyo, para que ella pueda mejorar aunque sea un poco la calidad de vida de los habitantes del lugar.
Entre los casos más recientes que atendió, la abuela nos contó el caso de una adolescente que perdió el ojo a raíz de un piedrazo, “a ella se le había caído la venda que le cubría el ojito perdido” algo emocionada, continúo su relato “le dije que si podía le compraba la prótesis para el ojito. Y así fue” remarco con humildad. “A otro vecino que le tuvieron que cortar una pierna, nosotros lo ayudamos con la prótesis también. Trabajamos con una ortopedia del centro de Quilmes que nos ayuda”.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

BERAZATEGUI

MAS DE 5 MIL VECINOS CERCADOS POR EL VENENO

Tres barrios de Berazategui, viven bajo los efectos contaminantes de los desperdicios que arroja un frigorífico hacia las aguas del arroyo Giménez. Los pobladores conviven con al aire irrespirable y una nube de moscas que provoca graves enfermedades en los niños.

Por Gustavo Girodo (De la redacción de Infosur)

No viven. Podría decirse más crudamente, que sobreviven. Son más de cinco mil vecinos de los barrios El Chelín, Orión y El Vidrio, de la zona de Berazategui. Están cercados por un verdadero río de veneno que confluye canalización por medio sobre el arroyo Giménez. Las pestilentes emanaciones, hacen que el aire se torne irrespirable. Y el enjambre de moscas, a manera de verdaderas nubes, conforman la postal más dramática de los elementos contaminantes que caen a las aguas, provenientes de los piletones, del frigorífico Consignaciones Rurales, ahora propiedad de la firma Swift.
Los moradores del lugar, están cansados de reclamar a viva voz una solución, pero nadie los escucha. Se encuentran librados a la buena de Dios.
Por citar algunos de los padecimientos, en el barrio hay cientos de personas -entre ellas una gran cantidad de chicos- afectados por problemas respiratorios y enfermedades de la piel. Como si fuera poco el cuadro contaminante, el frigorífico en un intento ponerle paños fríos al conflicto, fumiga dos veces por semana el lugar, tratando de mitigar la nube de moscas que invade los hogares.
Durante una reunión con los vecinos del lugar llevada a cabo días atrás, la empresa prometió primero una solución para dentro de seis meses y luego de que la situación tomara estado público a través de un programa de televisión, redujeron el tiempo a dos meses.

RADIOGRAFIA DEL DRAMA
Los cronistas de Infosur que visitaron el barrio se encontraron frente a una fotografía realmente desgarradora.
Pero vale la pena situarse geográficamente para comprender este verdadero desastre ecológico. En las inmediaciones donde funciona el cuestionado frigorífico, se encuentran los barrios El Chelín, donde viven 760 vecinos en 17 cuadras; Orión, con 1.815 personas en 32 cuadras y el Vidrio, con 2.240 pobladores, en 62 cuadras. Todos son víctimas del peor de los escenarios para vivir dignamente.
Julia, de 48 años, comerciante del barrio del Vidrio señaló a Infosur que “esta todo el barrio lleno de moscas. Es por el frigorífico, que siempre tira sus desperdicios, entre ellos vísceras en estado de putrefacción a los piletones. Esto no es nuevo, viene de años pero en estos últimos tiempos la situación se ha agudizado”.

CHICOS CON ENFERMEDADES
Al llegar al lugar enclavado por la Av. Dardo Rocha y la calle 24, Mario, de21 años, dijo a Infosur que “hoy no hay mucho hedor por el viento, pero igual se puede sentir el olor a podrido en ese zanjón que termina en el arroyo Jiménez”.
El canal, de aguas oscuras que desemboca en el arroyo, viene a lo largo de la calle 24, desde los piletones .Los lugareños afirman que cuando llueve mucho “toda la porquería que tiran allá, sale a las calles y en varias oportunidades ingresa en las viviendas. Así vivimos semanas enteras invadidos por olores insoportables”.
Por su parte, una joven madre Soledad González de24 años, que con sus dos hijos vive en la zona, sostiene que “los pequeños, uno de 4 años y el otro de 2, tienen problemas en los bronquios. En la salita nos dijeron que es por un virus, pero yo vivo a la vuelta de donde están los piletones y se que es por la contaminación con la que convivimos. Así no se puede más, estamos muriendo lentamente”, sentencio visiblemente indignada.

EL TEMOR A DENUNCIAR
A una cuadra del lugar vive Roque, de 33 años, quien trabaja en el frigorífico. No quiso darse a conocer por temor a represalias, pero sostuvo que “yo tengo chicos y verdaderamente esto es un asco. Tengo miedo de que mis hijos se enfermen como muchos de los chicos del barrio. En los piletones vuelcan vísceras, patas, osamenta y cualquier otra cosa que puedas imaginar. Eso trae problemas de salud. Pedimos que solucionen el problema pero no queremos perder la fuente de trabajo”, dijo.
A menos de 50 metros de los piletones vive Maria Cristina de48 años. Con los ojos llorosos por la desazón dijo a Infosur que “ cuando hace calor y el sol pega fuerte, el olor es nauseabundo y las nubes de moscas vienen para el barrio. Pero no hay con que darles. Te gastás hasta dos insecticidas por día y nada. La semana pasada era terrible, una alfombra de moscas invadieron las casas. No se puede dejar ningún alimento, sin protección. Así no se puede vivir”.

CON FUMIGAR NO SE HACE NADA
Cuando los cronistas de Infosur se acercaron a la esquina de 116 y 24, donde se encuentra el fondo del frigorífico, el olor se hizo más intenso. En ese sitio se hallan dos piletones. Uno de ellos vació y el otro que vuelca los desperdicios que caen al lugar a través de un caño que cruza por debajo de la calle.
Un alambrado rodea el perímetro de los piletones, pero sobre la calle 116, lo más dramático es que funciona una plaza con toboganes y hamacas para los chicos. El alambrado está roto y del otro lado del cerco está la salida del caño que vierte desperdicios a metros de donde juegan los niños, rodeados de moscas y el olor, siempre el olor insoportable que nos acompañada a cada paso, por todos los rincones del barrio. En momentos que Infosur realizaba la recorrida, desde la empresa advirtieron la presencia de nuestros cronistas y enviaron con celeridad a una persona para fumigar el lugar.
Lo patético es que este procedimiento se puso en marcha, mientras varios chicos jugaban a la pelota a escasos 10 metros de los piletones. Uno de ellos se acercó y con su rostro de inocencia manifestó que “cuando se cae la pelota ahí, la sacamos con un palo largo. Una vez uno de los chicos se cayó cuando quiso sacar el fútbol y quedó tapado por los desperdicios. Sacarlo fue un milagro. Tenemos mucho miedo. Pero los funcionarios aquí no vienen, me dicen mis padres”.

CON HUELLAS EN LA PIEL
Alberíco Pérez de 71 años, hace 40 años que vive en el lugar. Tiene la piel gastada por una vida de trabajo duro. Pérez reveló que “estamos hartos de esto, hay chicos con enfermedades en la piel y respiratorias. Si no solucionan el problema antes de las fiestas con los vecinos vamos a cortarles la entrada de camiones”.
A 30 metros de la plaza vive Gloria Cabral de 62 años. Habita en una humilde vivienda de paredes descascaras con sus hijos y diez nietos. “Desde el año pasado el problema se agravó. Mire las moscas que hay. Aquí son insoportables los días de calor. Las moscas los vuelven locos. Acá y enfrente donde viven siete chicos, los más chiquitos tienen problemas bronquiales y con el olor a veces no se puede respirar. Yo no se que esperan para solucionar el problema, pero los vecinos ya se reunieron con la gente de la empresa, y les dijeron que en dos meses van a solucionar el tema. Pero con el calor que se viene vamos a estar pero tengo miedo que mis nietos empeoren. La empresa lo único que hace es fumigar y después no pasa nada, nadie los controla ”.

BRONCA VECINAL POR INMINENTE PUESTA EN FUNCIONAMIENTO DE SUBESTACION RIGOLLEAU

Cortocircuito entre el intendente Mussi y los vecinos

Indignación vecinal por la decisión del intendente Mussi de destrabar las obras de la en la justicia de la polémica subestación Rigolleau. La noticia que se dio a conocer en las últimas horas generó una ola de repudio generalizado entre los vecinos, que a pesar de la medida mantienen su postura de resistir a la instalación de la cuestionada central de energía de Edesur en pleno casco urbano.


Estalló la indignación vecinal en Berazategui luego de que el intendente Juan José Mussi destrabara en la justicia las polémicas obras de la subestación Rigolleau mediante una presentación judicial. La noticia que se dio a conocer en las últimas horas generó una ola de repudio generalizado entre los vecinos, que a pesar de la medida mantienen su postura de resistir a la instalación de la cuestionada central de energía de Edesur en pleno casco urbano.
Al respecto una de las vecinas del barrio San Francisco Isabel Palacios, cuestiono duramente al intendente: “Mussi mintió y nos dio la espalda. En las últimas elecciones, una de sus promesas de campaña era que no iba a permitir el funcionamiento de la subestación porque atenta contra la salud de los vecinos. Ahora a escondidas presentó en la justicia el decreto que permite el funcionamiento, para lo cual derogo el decreto anterior 758/05, que indicaba que se suspendían las obras de cableado de la Subestación Rigolleau de 145 y 21 de Berazategui”.
Por su parte la edil del Bloque SI Mónica Colman, aseveró en declaraciones radiales en el programa “Después de Todo”, emitido por FM 97.1 que “el intendente ahora dice que hoy las circunstancias son otras. Por eso aprobó el decreto de ordenanza Nº 1606, que tiene fecha 14 de noviembre. Las sospechas la teníamos y ahora se confirmó. Por eso cuando días atrás apareció gendarmería y la policía, también llegó un camión municipal con baños químicos enviado desde el municipio. O sea mantuvieron la información en secreto. Pero finalmente Mussi cedió a las presiones de la empresa y de los industriales” sentenció la concejal. “La salud de los vecinos que viven frente a la Subestación en algunos años serán los futuros perjudicados como hoy lo son los vecinos de Sobral en Ezpeleta”, acotó la edil del Bloque SI.
Lo cierto que con la ordenanza en la justicia, la puesta en marcha de la cuestionada subestación es inminente. Sin embargo los vecinos ya planean medidas al respecto. Sobre todo teniendo en cuenta que la próxima audiencia pública del 12 de diciembre, por la ampliación de la otra subestación (Ezpeleta), radicada en el barrio Primavera. El cortocircuito entre la municipalidad y los vecinos también esta en marcha.

OFENSIVA DE EDESUR
Ahora fortalecidos con la medida, Edesur va por la duplicación de potencia de la Subestación mencionada ubicada en 15 y 119. La Audiencia Pública se llevara a cabo en la Sociedad de Fomento Jacarandá.
En tanto los vecinos señalan que se encuentran absolutamente desprotegidos y que a la audiencia el jefe comunal enviara a su “barra”, que clamaran energía eléctrica sin importarles con la salud de quién se paga.
Irma (55), moradora del barrio San Francisco visiblemente afectada por la medida
Dijo que “quien nos cuida a nosotros? Ya denunciamos los sucesos de persecución, de privación de la libertad y citaciones judiciales sin denunciantes, repudiamos estos hechos que violan los derechos humanos, sociales y políticos. Pero nosotros no vamos a parar vamos seguir luchando por la vida”.

UN FALLO DE LA JUSTICIA
Luego del Fallo del Dr. Adolfo Ziulu, rechazando la Medida Cautelar interpuesta en el año 2005, los vecinos retomaron las tradicionales asambleas. En consecuencia, la suspensión de obras acordada entre las partes, en la audiencia del 12 de mayo de 2006, permanecería hasta tanto estuviesen los resultados de la Facultad de Medicina de La Plata, que establecieran la inocuidad o no de los campos electromagnéticos sobre la salud de la población; Ello no se ha demostrado fehacientemente.
Si bien el fallo judicial habilitaría la continuidad de las obras y puesta en funcionamiento de la SE, ordena el control trimestral de la OPDS y del Ente Regulador de la Energía sobre la emisión de campos electromagnéticos e intima a la empresa EDESUR a presentar el tiempo estimado para la culminación de las obras y aportar estudios científicos sobre los efectos de los campos magnéticos.

APRIETES
Además las denuncias vecinales sobre supuestos “aprietes”, tiene fundamento luego de la polémica detención de seis jóvenes ocurridas días atrás. Fue cuando por una decisión empresarial, taparon los murales contra la subestación que artistas locales habían levantado en las paredes de la central eléctrica. A ello se suma citatorios judiciales que habría enviado la empresa amenazando con ¨causas en la Justicia¨ para los emblemáticos vecinos que luchan contra la intención de poner en marcha la cuestionada subestación. La detención de los jóvenes por parte de efectivos policiales, sin causas aparente, provocó una ola de indignación en la población. Esto motivó que durante la marcha a la última sesión del Concejo Deliberante el 28 de noviembre, la columna de manifestantes realizara un escrache en las puertas de la comisaría primera.
Los jóvenes detenidos fueron Luis Grenier, Yemima Leiva, Ezequiel Castillo, Juan Manuel Gomez y Gabriel Berrozpe.Fueron encarcelados supuestamente por que intentaron realizar pintadas en la pared de la firma Rigolleau, la misma que contempla a la subestación. Algunos de ellos recuperaron la libertad a las pocas horas, en tanto Berrozpe y Gomez permanecieron demorados e incomunicados hasta horas de la tarde del jueves. A éstos, se los responsabilizó de ‘daño a la propiedad privada’ y de presunto ‘intento de fuga’.

LUZ MALA
El temor de los vecinos de Berazategui tiene fundamento en la triste experiencia de la subestación Sobral de Ezpeleta donde los pobladores denuncian un sinfín de casos de cánceres productos de la contaminación.En el último tiempo y en unas pocas manzanas, muchos vecinos de Ezpeleta murieron y otros pelean contra el cáncer. Algunos vecinos ya se convirtieron en improvisados cartógrafos: trazan y actualizan el “mapa de la muerte”, un plano que indica con cruces rojas y verdes las zonas donde hubo muertos de cáncer en los últimos 10 años y donde viven actualmente personas enfermas. En el centro del mapa de la muerte hay un círculo señalando, según los vecinos, el origen del cáncer: la Subestación Eléctrica Sobral.Los informes vecinales sostienen que a partir del año 1978, fecha en la que se instaló la central en el barrio, el índice de la enfermedad aumentó notablemente. Por ese motivo, es que los vecinos ya llevan años luchando incansablemente para lograr el traslado de la subestación hacia un lugar alejado de la zona urbana. Pero además de los numerosos casos de cáncer registrados en el barrio, los habitantes tienen que soportar los fuertes ruidos que provoca la subestación, y otros trastornos en la salud, como por ejemplo, náuseas, dolores de cabeza y depresión. Hoy, los casos de cáncer ascienden a 112 y ya hay 84 personas muertas.
Isabel Palacios remarcó que “lo que se esta privilegiando con esta resolución son los intereses económicos sectoriales y no el bienestar público”.